Nota para los lectores: Si no has visto, leído o al menos tienes una idea básica del argumento de Dragonball, no continúes, o al menos no lo hagas con la esperanza de poder enterarte de lo fundamental.
Como apasionado de Dragonball, la serie de mangas animes creados por Akira Toriyama, me encanta saber todo lo que aparece sobre ella.
Lo que más me gusta del inicio de la serie y que tristemente se comenzó a perder una vez superado el arco argumental de Freezer es el hecho de que todos los personajes en mayor o menor medida disponían de sus momentos de protagonismo y todos, recalco el todos, podían aportar su granito de arena a la lucha.
Uno de estos personajes “malditos” y que acabó prácticamente desterrado según avanzaba la serie y la hegemonía Saiyan se imponía es Yamcha.
Es considerado como el primer enemigo que puso en serios apuros a Goku, el protagonista, en combate. Vale que Goku estaba con hambre y como buen Saiyano, una vez le entra la necesidad de comer, necesita alimentarse con toneladas de comida para recuperar su fuerza, pero el hecho de vencerle quedará ahí para siempre.
Yamcha aparece en el capítulo 5 de la serie, por lo que os podéis imaginar que es un clásico de la saga, pero que debido a exigencias del argumento acabó convertido prácticamente en un chiste, siendo uno de los más débiles de los guerreros Z, superando solo a Chaoz, otro personaje pringado, éste más aún y con tendencia a inmolarse de forma inútil.
Es un guerrero humano y para los estándares de nuestra especie, es extremadamente poderoso. Ninguna persona que conocemos en la vida real sería capaz de derrotarle, por lo que es injusto el trato que ha ido recibiendo a lo largo de estos años, siendo ya famosa la imagen de su muerte por culpa de un Saibamen, un bicho nacido a partir una alubia plantada en la tierra que servía como entrenamiento a los guerreros Saiyan, así que imagínate la muerte tan deshonrosa que pudo suponer.
Es por ello, que muchos lectores, entre los que me incluyo, siempre nos hemos quejado de que deberían haberle dado alguna oportunidad de demostrar su verdadero potencial, dando rienda suelta a su condición humana hasta límites insospechados y haciendo que Vegeta se cagara de miedo cuando comprobara su fuerza de combate a través de su scouter.
Ante tanta insistencia, nos llegó en el año 2016, Dragon Ball Gaiden: Reencarnarse como Yamcha. En dicho manga con Yamcha como protagonista absoluto, un estudiante de instituto japonés que fantasea con la idea de entrar dentro del mundo Dragon Ball como uno de los protagonistas, acaba sufriendo un accidente y despertándose dentro del cuerpo de Yamcha. Vaya mala faena, de todos los posibles personajes para reencarnarse le ha tenido que tocar uno de los más débiles, pero bueno… al menos es guapo y peor aún es el caso de ser Chaoz…
Además, cuenta con la ventaja de que conoce exactamente todo lo que va a suceder a lo largo de la historia de Dragon Ball, por lo que se trata de una ventaja fundamental y esencial; sabe lo que tiene que hacer y el plazo del que dispone para conseguirlo. Es curioso como un simple spin-off plantea tan bien decisiones y elecciones que de haberlas sabido antes, se hubieran convertido en nuestra máxima prioridad.
Otro de los interesantes problemas que resuelve es aquellos en los que sabe que si continúa con el curso natural de su propia historia, acabara muriendo por culpa de los intrascendentes saibamens, con lo que se propone alcanzar su máximo potencial y comprobar donde está su límite, más o menos como hacía Goku de forma natural. En verdad, sorprende de lo que es capaz nuestro querido amigo y luchador Yamcha, el guerrero de los Colmillos de Lobo.
El spin off se compone de tres volúmenes en su aparición original. Para su lanzamiento en España lo han unificado todo en uno. Para todos los interesados, os dejo el enlace para comprar desde Amazon, merece mucho la pena disfrutar de él:
