Hay ocasiones en las que parece que el destino te pone delante de algo y no debes luchar por esquivarlo, simplemente debes dejarte arrastrar y aceptarlo, estás destinado a ello.
Es lo que me ha sucedido con esta película anime, Redline, creada en Japón en el año 2010 y que supuso un hito en cuanto a la espectacularidad de la puesta en escena, siendo necesarios más de siete años para su finalización. Los más de 100.000 dibujos hechos a mano demuestran la titánica tarea de mantener el estilo clásico de animación, fotograma a fotograma de pura belleza visual.
La recomendó Joseju en su canal de youtube y no puedo más que estarle agradecido porque he descubierto algo que llevaba tiempo queriendo encontrar: una sobredosis de color y excesos.
¿Os imagináis juntar en una batidora los Autolocos, F-Zero, Mario Kart, Death Race y el estilo visual que tanto me impactó del corto «World Record» de Animatrix? Lo más parecido que podréis encontrar es esta locura esquizoide sobre carreras de coches futuristas de ciencia ficción.
El argumento no pasa de ser una mera excusa con la que motivar al espectador a continuar pegado a la pantalla: Un conductor algo «kinki» y «rockabilly» compite con su coche en carreras por toda la galaxia y consigue un puesto para la prueba más prestigiosa y peligrosa de todas, la Redline.
Esto es todo lo que debes saber para poder seguir la película. Es sencilla pero a su vez intenta por todos los medios dotar de personalidad al entorno y a los personajes que en ella aparecen. ¿Lo consigue? Ya lo creo que sí. Desde la sexy rival que nuestro querido protagonista, JP, ama en secreto, hasta los más extraños y asquerosos alienígenas que pueblan el universo, resulta un espectáculo visual en cada segundo, provocando un orgasmo visual que difícilmente podrá ser superado en el futuro.
Os aseguro que tras disfrutar de los contrastes, colores tan vivos que no podrás disfrutar jamás de ellos en la realidad y alucinar con ese increíble y loco final, me tendréis que dar las gracias por haberla recomendado. Si no os gusta me resultará sencillo dar una respuesta a tal hecho: no os habéis dejado envolver por su mensaje, su sencillez cubierta por mil y una capas de sofisticación visual, barroco anime definido por el trazo del artista que la ha llevado a cabo.
Como quiero que la disfrutéis tanto como lo he hecho yo, os voy dejar el enlace para poder descargarla en buena calidad. Se encuentra en formato MKV, así que ocupa unos tres gigas y medio. Sé que a muchos os dará pereza semejante tamaño de archivo, pero haced caso al Tito Rosca, merece la pena y mucho la inversión de tiempo, vuestros ojos os darán las gracias y lloraran de la emoción.
PD: La versión es japonesa con subtítulos en español, así os esforzais en leer y ver a la vez, que algunos ya lo queréis todo mascadito.